Cada vez que una mujer da un paso, todas avanzamos


El 8 de Marzo se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.

“Las mujeres constituyen la mitad de la población en todos los países. Apartar a las mujeres y excluirlas de la participación en la vida política, social, económica y cultural significaría, de hecho, tanto como privar a la población de cualquier comunidad de la mitad de sus capacidades”. Shirin Ebadi.

En la antesala del día de La Mujer, me veo en la obligación de juntar algunas letras que sirvan de reflexión para quienes puedan leerlo. La sociedad avanza en pro de la Igualdad y ello se ve reflejado en todas las esferas de la vida. En la parcela deportiva, que es la que en estos momentos me compete, se trabaja por instaurar nuevos modelos que permitan la profesionalización de la mujer en el ámbito deportivo. ¿Por qué profesionalización?

Porque el Real Decreto 1835/1991, de 20 de diciembre, sobre Federaciones Deportivas Españolas y Registro de Asociaciones Deportivas, cuyo artículo 24, -en vigor- establece lo siguiente: la denominación de las ligas profesionales deberá incluir la indicación de la modalidad deportiva de que se trate. Y continúa..»No podrá existir más que una liga profesional por cada modalidad deportiva y sexo en el ámbito estatal».

Desde que Pierre de Coubertin, fundara los JJOO Modernos en 1896, se prohibió la participación de la Mujer en toda actividad ociosa, principalmente, el deporte. Con el Decreto lo que sucedió fue que el hombre llegó primero a la competición federada excluyéndose a la mujer del reconocimiento «profesional» a razón del RD 1835/1991.

Actualmente, tenemos Federaciones con cientos de deportistas y ninguna cuenta con una ficha profesional. Aunque la RFEF en la licencia establece las siglas Lpro lo cierto es que el fútbol femenino se recoge y reglamenta como competición amateur o no profesional.

Los contratos de las deportistas, además, se realizan por horas (aproximadas) y en ellos se han encontrado cláusulas como las recientemente denunciadas antiembarazos. Dejando a un lado lo estrictamente legal ya que tampoco soy experta y no quisiera incurrir en errores, centrémonos en el aspecto laboral.

Las jugadoras de fútbol en este caso, no pueden competir con otras niñas porque no existen ligas femeninas en todas las Comunidades Autónomas por lo que juegan en equipos mixtos o contra niños hasta los 14 años. A partir de entonces, pueden jugar en equipos femeninos regionales, de segunda o primera división. Si eres transgénero, no tienes opción de jugar en ninguna parte, la falta de regulación o la presión social acabará haciendo que te autoexpulses del deporte federado.

Como los sueldos no son suficientes para vivir, tienen que trabajar en oficios que no requieran cualificación (por flexibilidad horaria) o estudiar una carrera. Las que elijan algo no relacionado con el deporte, tendrán que compaginar entrenamientos con trabajo, lo que mermará su rendimiento. Las que escojan materias relacionadas con el deporte no podrán vivir de ello porque lo cierto es que a la Mujer se le cierran las puertas en un ámbito históricamente vetado a su paso y sobre todo en puestos de liderazgo.

En los medios de comunicación existe una baja representación de las deportistas, aparecen como crónica social y se continúa objetificando y sexualizando a las deportistas. Entre los argumentos que aduce la profesión periodística para justificar la ausencia de la mujer en los medios de comunicación, se suele decir que las mujeres no practican deporte, o no tanto como los hombres, que sus éxitos deportivos son menores, que no dan espectáculo y por lo tanto “a la audiencia se le debe dar lo que pide, y que lo que pide la audiencia es el deporte que se le da”  (López Díez, 2011:16‐17).

Como comenté al principio, la menor participación femenina viene condicionada porque el deporte, a lo largo de la historia, ha sido uno de los sectores más vetados para las mujeres, fundamentalmente en la rama profesional.

Además, aunque se van incorporando mujeres a las redacciones deportivas, no se encuentran en puestos de dirección o liderazgo. No están presentes en las reuniones donde se toman decisiones. Según estudios: «Las mujeres tienden a incluir a más mujeres en las noticias que firman que los hombres. Por otro lado, la presencia de mujeres en los cargos de responsabilidad de las redacciones influye positivamente en el porcentaje de mujeres que aparecen en las noticias». Ruth Mateos de Cabo (2007: 124). Así podemos deducir por qué no hay suficientes noticias de deporte femenino en los medios de comunicación.

¿Sobre estereotipos? Para no extenderme en algo tan obvio, veamos qué sucede cuando buscamos en Google (mayor buscador mundial) deporte y deporte femenino, y qué resultados nos devuelve.

En términos de salud, se estima que el riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida es de, aproximadamente, 1 de cada 8 mujeres. Los expertos llevan años analizando los beneficios de practicar deporte en enfermedades como el cáncer de mama, y no hay duda: la práctica de ejercicio aeróbico y de fuerza moderadamente intenso reduce la fatiga, las náuseas y el dolor que las pacientes experimentan. Por lo tanto, las Organizaciones o Gobiernos deberían considerar al deporte una prioridad para el ámbito laboral de la mujer, desarrollo profesional y personal y prevención de las enfermedades.

Hablemos de violencia machista. Año 2007: 71 mujeres. Año 2008: 84 mujeres asesinadas. Año 2009: 68 mujeres asesinadas. Año 2010: 85 mujeres asesinadas. Año 2011: 67 mujeres asesinadas. Año 2012: 57 mujeres asesinadas. Año 2013: 57 mujeres asesinadas. Año 2014: 59 mujeres asesinadas. Año 2015: 64 mujeres asesinadas. Año 2016: 53 mujeres asesinadas. Año 2017 (marzo): 24 mujeres asesinadas.

Con respecto a las políticas públicas para combatir este problema, se centran principalmente en la información y en facilitar la denuncia, con campañas tanto publicitarias como en los propios centros educativos, incluso se han propuesto como alternativa el deporte, dado los grandes beneficios tanto físicos como sociales para quien lo practica.

Las mujeres para llegar a los puestos superiores de la jerarquía laboral se encuentran el denominado techo de cristal. Tenemos dificultades para ascender a los puestos directivos y una razón es la tradición cultural del deporte orientada únicamente al hombre. De hecho, la mayoría de puestos de responsabilidad en las federaciones deportivas están a cargo de hombres.  Los Hombres crearon el deporte para los Hombres.

Y aunque aquí te hable de deporte, estoy convencida que es todo extrapolable a otras ramas: ciencia, economía, derecho, agricultura, etc.

Las cifras cambian y se avanza lentamente. Necesitamos mujeres en los puestos de dirección, no porque sí, sino porque hay muchísimas mujeres preparadas para ello. Tenemos que establecer nuevos modelos con estrategias y buena gestión, con proyectos estables y con la identidad que caracteriza al deporte femenino.

Queda mucho trabajo por hacer y sólo crear alianzas ayudará a superar las barreras y obstáculos que impiden que la mujer tenga las mismas oportunidades. Afortunadamente, yo ya he superado muchas e intento ayudar a que tu también las superes.

«El lenguaje, la palabra, es una forma más de poder, una de las muchas que nos ha estado prohibida» (Victòria Sau).

¡Feliz Día de La Mujer!

Por Laura Castro

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *